Siempre en algún momento de la vida podemos parar un poco la máquina y experimentar una chispa de consciencia para darnos cuenta de lo que nos pasa, de cómo nos sentimos, de lo que hacemos, de las situaciones que se nos repiten, de los patrones instalados, de quienes somos y de por qué estamos viviendo esta vida. Podemos tener momentos de más lucidez para contactar con lo esencial, el amor hacia nuestros seres queridos, el amor a nuestro planeta, la realización personal, la conexión con nosotros mismos desde un lugar profundo. Para cada persona esto es muy particular y personal y podemos abrirnos a explorar diversos mundos dentro de nosotros, siempre tenemos la oportunidad de hacer algo diferente, de ver las cosas y reaccionar de maneras diferentes, de explorar situaciones que en algún momento no veía posibles. El miedo siempre nos puede frenar, pero el impulso del amor nos puede movilizar a cambiar, en pequeñas cosas, detalles, pero a cambiar, para sentirnos más libres de nuestras propias ataduras y juicios y más abiertos para fluir y aprender en esta experiencia que tenemos todos juntos aquí. Mi invitación es a explorar esos mundos, a no frenar la nutrición del aprendizaje y a buscar todas las herramientas necesarias que pueda tener a mano para seguir por una vida más placentera y liviana. A mi me ha servido mucho tener herramientas terapéuticas para trabajar mis temas difíciles, pedir ayuda y abrirme a la sanación y contención de otras personas, bailar y moverme, expresarme creativamente, leer, la música y la conexión con la naturaleza que siempre me da tanto.

Que tengas un buen presente 🩷